Ojos negros, penetrantes, profundos
como el mar profundo en la noche.
Cielo abierto, horizonte ilímite
en donde el esplendor de tu sonrisa
penetra mi alma.
Bellos ojos de mujer bonita,
por los que fluye la vida:
me miran y me queman.
Divino sol que iluminas el sendero…
por donde transita perdido
el peregrino fantasma:
Afanosamente busca tu perfume eterno,
tus besos ardientes…
Mi niña linda
de ojos oscuros como la inmensa noche,
ya gimió el poeta cuando decía:
Sus fuegos, pensamientos de amor y fe mezclados,
que en el fondo titilan, voluptuosos o castos.
Ojos de eterna claridad
que inspiran un amor al poeta…
ojos de incendiadas pupilas
tú eres mi linda, mi bella gitana.