La ausencia es la segunda dimensión del día,
el otro labio de la tierra, la verdadera voz del vocablo.
(António Ramos Rosa)
I
(El suicidio de Lou Red)
Las canciones de mi cabeza callan.
Las cuerdas de la guitarra están en silencio.
Escucha el concierto desafinado
de la tristeza en mi corazón.
Siente el desorden
de la desolación en mi cerebro.
Un centímetro cúbico
de tu no,
pesa una eternidad.
Palpa la soledad que me aplasta.
La sangre fluye lentamente,
huye, se va.
La memoria rebobina
toda la cinta,
tantas cosas que …
ahora, ya, da igual.
La línea de mi vida parada.
Existes?
Vèrtigo
Cae
el techo
en negro.
II
( Los crímenes del silencio)
Se oyen sirenas acerncàndose,
apresurados pasos,
voces histéricas en la escalera,
lejanìsimas.
El ojo a ras del suelo,
la pupila dilatada,
inmóvil,
presiente alargadas sombras
excitadas, que truncan la luz
que refracta el parqué
por debajo de la puerta.
Gritos, golpes,
patadas inútiles
en la madera blindada.
Afuera está lloviendo
ya tres dìas.
La ciudad es un bosque de cemento
y setas negras.
Huele a tierra
profundamente.
III
(El otro labio)
Hay luna llena.
Yo sólo soy mitad
porque me faltas.