“Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio” J. M. SERRAT
Veloces arqueros del viento
Traen desde el sol la única verdad.
Tú les das la mano.
Entre recelosa y triste
Ofreces lo más fresco de tu calendario
Y te quedas sentada
Con el viento del Este clavado en los ojos,
Lluviosos ojos,
Retratos al óleo de la melancolía.
La cálida arena del Mediterráneo protege tus palabras
Las envuelve con suavidad devastadora
Para que no se escuchen murmullos, sino de llanto.
La vida no tiene remedio.
La muerte no tiene vergüenza.
Un verso
Se puede expresar en mil colores.
Una vida
Nunca se desvanece en el desierto.
Un sentimiento
Sólo desea que los segundos sean eternos.
En la ciudad sin luz
Donde habitan tus sueños desde ahora
Las calles se empapan de flores
Blancas flores
Adornadas con blancas intenciones.
En la noche sin milagro
Otra vez los arqueros del viento
Dejan una huella breve sobre tu piel.
El irremediable silencio invade
Con fríos besos la cueva sin milagro.
Y nace esa tristeza gris de la melancolía
Como un hecho rotundo
Más allá de del sol y de la lluvia.