Quiero que la noche me traiga la calma,
pero lo sé inútil, es vana esperanza,
la sombras no llevan sosiego a mi cama.
Voy a despertarme muy solo en el alba,
otra vez buscando un cuerpo que falta
aquí, en mi costado, tu cara en mi cara.
Ausente tu boca, tu risa, tus palmas,
estrecho la almohada con vana añoranza,
extiendo los brazos, aunque no te alcanzan,
me muerdo en los labios un beso que sangra.
Tu nombre es apenas lo que me acompaña…
y pasan las horas hasta la alborada.
Ha sido en el sueño: tú me regañabas
por tantas caricias que ahíto te daba
y por tantas veces que ansiosa entregabas
el talle curvado, tendida de espaldas,
los muslos abiertos en muda llamada,
los pechos airosos y la voz callada,
pues eran suspiros lo que yo escuchaba…
Apenas recuerdos de un lapso que acaba
cuando en la ventana la luz se adelanta
haciendo que fuguen las tinieblas vagas
del dulce letargo donde te encontraba.
Despertar no quiero, prefiero la trama
de falsas soñeras en donde allí estabas,
bacante, desnuda, febril y extasiada,
con la piel perlada de sudor, cansada
de recibir tanto, no negarme nada.
Por eso te digo, fiel enamorada,
que cuento los plazos hasta tu llegada,
como cuenta un preso los meses que faltan
para que su pena le quede saldada.
Ya pasó la tarde, ya vendrá el mañana,
cuando el sol se ponga, volveré a soñarla.
Demasiada miel para mi gusto. Me recuerda la etapa menos comprometida de Rubén Darío. Tampoco me llevo muy bien con los pretéritos imperfectos que convierten la disonancia en rima. Pero para ser justos, debo asumir que no es un mal trabajo. Técnicamente correcto. Un argumento lineal y sólido. En fin… suerte en el concurso.
Observo que el autor de este poema bebe en la poesía clásica y gusta de ella. La conoce bien y he aquí un claro ejemplo. Ocurre sin embargo que la reiteración de la rima a-a (con muchas incluso en consonante), para una poema tan largo, llega a hacerse cansina. Además ritmicamente es impecable, hasta el extremo de acabar sonando un poco a soniquete. El metro dodecasílabo es muy natural a nuestra lengua y la lectura se hace fluída y fácil, pero en poemas largos puede cansar. Desde luego es ideal para gestas y cantares. En cuanto al contenido está bastante bien, con momentos muy brillantes especialmente hacia la mitad del poema. Por eso tengo ciertas dudas sobre que puntuación poner, porque hay muchas luces y algunas sombras. Para no ser injusto en uno u otro sentido te voto con un cinco que es el número del compromiso.
Aprovecho también para invitarte a leer mi poema, el 139, y a que dejes allí tu opinión con sinceridad, si así lo deseas.
Un saludo.
Al leer,se siente un sonsonete que aburre.Con eso uno se pierde el contenido.