6- La soledad del poeta. Por Alterego

Cuando el suelo se cansó de golpear mis suelas
decidió poner ante mis zapatos un charco,
una insondable mancha de agua que reflejaba
como un espejo bruñido con esmero, mi alma
un templo erigido sobre arenas movedizas
velado por turbias sombras de soledad
en las que se ahogan las voces de mi pasado. Leer más

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