Conservo en mi pecho un lucero: madre, tu recuerdo;
y en mi vientre otro: un niño que crece gozoso.
Os habéis cruzado en el camino,
sin tiempo a conoceros,
por el atroz recreo del destino
que trazado se revela impuesto.
De mi lado se acaba de ir un tesoro: madre, nadie te suplirá jamás;
para reconfortarme llega otro, y que no me acuerde de llorar.
Dos personas que colman mi savia
no se han visto en el sendero,
no se han brindado ni una dulce mirada;
a la vez que una se iba, la otra llegaba.
Tengo las mejillas repletas de los besos que mi madre me dio.
Te los guardo, hijo, para cuando precises su amor.
Tu ausencia, madre, me turba.
El niño viene sereno y henchido de candor.
Madre, almaceno tu memoria;
sin embargo, siento abundante dolor.
¡Tanto afecto me regalaste que puedo cederlo sin temor!
¡Tanto te echo de menos que, en mis manos, aún retengo tu calor!
Muy conmovedor
Un poema sencillo lleno de añoranza.
«Madre, almaceno tu memoria»; esta imagen tiene en esencia la belleza y sentimiento del poema; me gusta.
Platero, un saludo.
Es intenso, cálido, dulce y a la vez amargo. Muestra cariño hacia el hijo recien llegado y dolor por la ausencia de su madre.
Precioso poema lleno de amor y melancolía.
Conmovedor, Platero. Llegas al corazón.
Un abrazo.
Tristísimo poema,Platero. Y también, mucho amor en tus palabras.
Una madre es un tesoro.
Felicidades Platero.
Es un poema muy bonito, con mucho gancho y que llega al alma. Es muy emotivo. Felicidades por escribir con tanto sentimiento y amor.
Muchas gracias por los comentarios tan bonitos.
Un poema muy malo. Si la sentimentalidad no va unida a una belleza literaria, lo que se consigue es simplemente una cursilería emotiva…
Gracias por tu opinión, Felipe. Está llena de buenos consejos.
Saludos
Felipe, no creo que la expresiòn sincera de los sentimientos pueda resultar cursi en ningún caso. Quizá, la construcción de este poema (como la de otros muchos que se leen a menudo), requiera un pulido, vale, pero la técnica se aprende, el sentimiento, no. Y de sentimiento, hay mucho aquí. Así que no creo para nada, que sea «muy malo» (afirmación que considero algo tajante), sino mejorable. Es mi opinión, claro.
El amor y el dolor extremos siempre son una buena combinación para la poesía.
Suerte.
Sí, los sentimientos profundos son fuente de poemas, siempre ha sido así.
Muy sentido Platero…Inspira nostalgia con toques de hondos sentimientos.
Suerte!!
Hay mucho sentimiento en tu poema, Platero.
Llega muy hondo.
Suerte en el certamen.
Felipe: No estoy de acuerdo con tu opinión.
Un mérito de un poeta es poder transmitir
su sentir y Platero lo logra con su poema.
Mi cariño, mi saludo y mi voto…
Gracias por deteneros a leer el poema.
Un abrazo
Platero era pequeño, peludo, suave… y quitando lo de «peludo», a no ser con la frágil y acariciante pelusilla del melocotón, este poema podría parecérsele. Pequeño por recogido, por íntimo, por dejar algo del autor en cada línea. Peludo, porque su sencillez es hasta acariciante, cercana. Y suave pues… por lo mismo. Quizá el compañero Felipe quiso decir que era un poema mejorable en su técnica, aunque su comentario fuese mejorable también en la forma, pues he visto poemas peores, incluso en libros publicados… pero no estamos aquí para discusiones, sino para disfrutar de la poesía como técnica, pero también como sentimiento. Un abrazo y suerte.
Barbastristes me has hecho reír con tu ingenioso comentario. !Gracias por tus palabras y por tu sentido del humor!
Hola Platero, al margen de los que se empeñan en asociar a la poesía cierta técnica, y además y para más INRI una técnica concreta, siendo ella todo lo contrario, refugio exclusivo y puro para los sentimientos, en donde aprender, eso sí, con el tiempo y la práctica, a encontrar las mejores danzas y musicales palabras para expresar, compartir y hacerlas llegar a los que te rodean, al margen de aquellos, transmitirte que consigues que me llegue a la perfección tu tristeza y tu resurgir, tu dolor y tu Alegría, y te deseo que triunfe victoriosa esta última, que sin duda lo hará.Y si algún día necesitas un “Yo”, (por aquello de “Platero y Yo” jeje), pues te acercas al nº 62 y apareceré para recogerte, en vuelo rasante, para hacerte resurgir de las cenizas, cual Ave Fénix.
Ya pasé por el 62, con alegría, y confirmé que las matemáticas son importantes hasta en literatura :))
Un saludo, Ave Fenix
Muy sentido y hermosos sentimiento, el de renovarse en otra vida. Suerte Platero 🙂
Te dejo estrellitas.
Las almas van y vienen y tú en el medio platero…
y creo que entre ellas, debe haber habido más que un guiño de ojos
Muchas gracias, Ignia y Ludica por pararos a leer el poema. Creo que el destino y a veces las personas siempre nos pillan en medio. Son cosas propias de la vida que se superan con el tiempo, aunque siempre queden los recuerdos. Cómo ves no todo es malo, la alegría de tener un nuevo ser en la familia es motivo de satisfacción.
Un abrazo.